Historia de los Árboles de Navidad y su significado

Breve historia del Arbol de Navidad y su significado. Detalle de los adornos que deben contener.

Extremista

Si bien los Árboles de Navidad, tal como hoy se conoce, se comenzó a utilizar en Europa para celebrar el nacimiento de Jesús cerca del año 1605 en Alemania, llegando a España en 1870, su historia se remonta a la Edad de Hierro, cuando los Druidas celebraban el cumpleaños del Dios del Sol adornando un árbol perenne, el cual tenía nombre de Divino Idrasil, coincidiendo en cercanía con la fecha de la Navidad Cristiana.

Las creencias de los Druidas de Europa Central giraban en torno a la sacralización de los elementos de la naturaleza. Para celebrar el cumpleaños de uno de los dioses, adornaban un árbol perenne. En la copa se hallaba el cielo, Asgard y el Valhalla, y en las raíces se encontraba el infierno.

Cuando llegaron al norte de Europa los primeros Cristianos, vieron que los habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la Fertilidad, adornando árboles perenne, coincidiendo la fecha con la cercanía de la Navidad. Posteriormente, con la evangelización, se tomó la idea para celebrar el nacimiento de Cristo.

El árbol simbolizaba al Árbol del Universo (Yggdrasil), en cuya copa se encontraba la morada de los dioses, Asgard, y el Palacio de Odín, Valhalla. En las raíces más profundas estaba el reino de los muertos, denominado Helheim.

San Bonifacio, evangelizador de Alemania, habría tomado un hacha y cortado un árbol que representaba al Yaggdrasil, plantando en su lugar un pino. Al ser perenne, simbolizó el amor de Dios. Lo adornó con manzanas para simbolizar el pecado original y las tentaciones, mientras que utilizó velas para representar la luz de Jesucristo. Con el paso del tiempo, las manzanas se convirtieron en esferas y otros adornos y las velas en luces de lamparillas.

Más tarde surgió de poner regalos para los niños abajo del árbol cada 25 de diciembre. Los mismo eran dejados por Papá Noel (San Nicolás), los Reyes Magos o Olentzero dependiendo de la leyenda regional.

El primer Árbol de Navidad como se conoce en la actualidad se registra en Alemania en el año 1605. En 1800 llegó a Finlandia, en 1829 a Inglaterra (en el Castillo de Windsor se vio por primera vez en 1841) y en España en 1870.

Los adornos con que se adornan actualmente los árboles de Navidad son: La Estrella, que se coloca en la punta y representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, como la Estrella de Belén que guió a los Reyes Magos hasta el pesebre. Las Esferas o Bolas de Navidad, que simbolizan los dones de Dios a los Hombres, aunque en un principio eran manzanas que representaban el pecado y las tentaciones. Los Lazos o Guirnaldas, que representan la unión de las personas queridas al rededor de los dones que se desean dar y recibir. Y las Luces, que representan la Luz de Cristo.

Cabe señalar que el árbol de Navidad también recuerda al árbol de Paraíso del cual Adán y Eva comieron los frutos, apareciendo el pecado original. Por lo tanto, representa que Jesucristo vino para reconciliar. A su vez representa el árbol de la vida, por ser perenne.

Por ser de forma triangular, el Árbol de Navidad también representa la Santísima Trinidad, es por ello que se realizan con diferentes colores las oraciones durante el Adviento. El azul representa las oraciones de reconciliación, el plateado las de agradecimiento, el dorado las de alabanza, y el rojo la de petición.