El 18 de julio el calendario del santoral católico está dedicado a Santa Marina de Aguas Santas, cuya vida es una mezcla entre la realidad y leyenda. La joven, que nació en Balcagia, actual Bayona, de un parto múltiple de 9 hermanos en el año 119, creió alejada de sus padres, dado que su madre pensó que podría ser acusada de infidelidad, y al igual que sus hermanas, fue martirizada y decapitada por predicar la fe cristiana.
Marina de Aguas Santas era hija de Lucio Castelio Severo, gobernador romano de Gallaecia y Lusitania. Cuando éste se encontraba recorriendo sus dominios, Calisa, su esposa, dio a luz en un solo parto a 9 niñas. Asustada por el alumbramiento y temiendo que la acusaran de infidelidad, decidió deshacerse de las bebés, encargándole a Sila, su fiel servidora, que las ahogara en el río Miño.
Como Sila era cristiana a carta cabal, no asesinó a las niñas. En su lugar, las dejó al cuidado de familias amigas, y fueron bautizadas por San Ovidio y criadas en la fe cristiana.
Años más tarde, las hermanas debieron comparecer ante su propio padre acusadas de ser cristianas. Como él ya sabía que se trataban de sus hijas, las invitó a que renunciaran a su fe a cambio de vivir rodeadas de los lujos que le correspondían de nacimiento.
Para asustarlas las encarceló, pero pudieron escapar y se dispersaron. sin embargo, todas terminaron siendo mártires cristianas.
Santa Marina fue decapitada, y donde calló su cabeza manaron tres manantiales de agua. Es patrona de los municipios castellanos de Fantihoyuelo y de Cigales.
