Iván de Pineda se comió 25.000 dólares

Anoche en «Resto del Mundo«, Iván de Pineda visitó Nueva York, la ciudad que nunca duerme. Recorriendo las diferentes alternativas gastronómicas que ofrece dicho centro turístico estadounidenses, el modelo y conductor encontró nada más y nada menos que el postre más caro del mundo y, como no podía ser de otra manera, lo degustó frente […]

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Anoche en «Resto del Mundo«, Iván de Pineda visitó Nueva York, la ciudad que nunca duerme. Recorriendo las diferentes alternativas gastronómicas que ofrece dicho centro turístico estadounidenses, el modelo y conductor encontró nada más y nada menos que el postre más caro del mundo y, como no podía ser de otra manera, lo degustó frente a las cámaras del programa que conduce por la pantalla de Canal Trece.

El postre más caro del mundo tiene un valor de 25.000 dólares y es servidor en Serendipity 3. Para poder disfrutar de esta costosa copa se debe realizar una reserva 48 horas antes.

Cumpliendo con estos requisitos, Iván de Pineda acudió al establecimiento ubicado en plena ciudad nuyorquina y degustó el Golden Opulence Sundae, nombre que lleva el postre que forma parte del libro Guinness.

Este particular postre se encuentra servido en una copa decorada con una pulsera de oro y con diamantes negros que una vez finalizada la ingesta se puede llevar consigo para recordar cuando se gastó dicha cifra en un helado.

La preparación del postre lleva 28 diferentes tipos de cacaos, entre los que se encuentra 14 de los más caros de todo el mundo; láminas de oro comestible y entre los pedacitos de crema diamantes. Además, la frutillita del sundae es una trufa llamada «La Madelaine», la cual es traída de la chocolatería suiza Knipschildt y tiene un costo de U$S 2.600, y todo es disfrutado con una cuchara de oro decorada con diamantes blancos y marrones.

De Pineda no quiso ser solamente él quien disfrute de su delicioso y exclusivo sabor por lo que convidó cucharadas valuadas en 400 dólares del alimento más caro jamás hecho por el hombre a cada una de las personas que se encontraban en el lugar.

Cabe destacar que en la antigüedad la gente comía oro porque pensaba que tenía poderes curativos.

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