El hermano de Roberto Piazza fue detenido por abuso

A fines del año pasado, Roberto Piazza editó «Corte y Confesión«, un libro autobiográfico en el cual el diseñador, entre otras cosas, cuenta el abuso sexual que sufrió por parte de Ricardo, su hermano mayor. Al leer este libro, su sobrino, el hijo de Ricardo que hoy tiene 24 años, se atrevió a denunciar revelar que su padre también abusó de él desde que tenía 5 años por un período que duró aproximadamente diez años.

Según informó el día de hoy Roberto Piazza en «Intrusos en el Espectáculo», su hermano se encuentra detenido e incomunicado en Santa Fe en un «La Piojera», un horrible establecimiento en el cual tiene a la gente en forma preventiva y a delincuentes violadores. El día de mañana ya lo trasladarían a una cárcel.

El diseñador contó que él fue el primero en quien confió su sobrino para contarle lo sucedido y que lo acompañó a realizar la denuncia. A pesar de sentirse bien por enfrentar a su hermano, en el momento le pidió que lo agarrara fuerte de la mano porque era todo muy duro, dado que nunca pudo poner a su hermano en su lugar.

«Me penetraba y me orinaba adentro» comentó Piazza a los Intrusos, y aseguró que muchos de sus familiares no se atrevieron a leer «Corte y Confesión» hasta que él mismo se los obsequió.

Por otra parte, el diseñador dijo tener una comunicación constante con su cuñada, y que aun no se sabe como la justicia manejará el caso de sus otros dos sobrinos que son menores de edad.

Su otro hermano, Raúl, está muy angustiado y furioso, con mucho más odio que el propio Roberto, pero por cuestiones laborales no puede estar junto a él.

Si bien muchos amigos y conocidos lo han llamado para apoyarlo, hasta el día de hoy, solo una prima se comunicó con él. «Los otros son cobardes, son cómplices porque todos sabían lo que me hacía a mí», afirmó.

Además, Roberto contó en Intrusos en el Espectáculo algunos pasajes de su libro, como el episodio de violencia que vivió con la familia, a causa de una discusión con su hermano, con el cual intentó suicidarse con tres frascos de Valium. El jóven de 15 años estuvo varios días durmiendo encerrado en su cuarto, y no se dignaron a llamar a un médico. Al despertar, vio que su madre tenía los tres frascos de valium en el bolsillo de su delantal, y cuando le preguntó por qué los tenía ahí, la madre los volvió a guardar y siguió picando la cebolla.